Tópicos del blog

Astrología contemporánea (37) Astrología (26) Tradicional (25) Vedica (25) Astrología y Ciencia (23) Filosofía (17) Críticas a la Astrología (13) Astrología Básica (12) Astrología Psicológica (12) Traducciones (12) Carta Natal (10) Epistemología (9) Luna (9) Predictiva (9) Tarot (9) Astrologia Predictiva (8) Hermética (7) Planetas (7) Casas (6) Glosario de Astrología (6) Jaimini (6) Venus (5) Asteroides (4) Chiron (4) Dignidades Accidentales (4) Fases Lunares (4) Psicológica (4) Arte (3) Astro-Semiótica (3) Astrología Mundana (3) Astrología y Chamanismo (3) Celebridades (3) Decanatos (3) Horóscopo (3) Jung (3) Ken Wilber (3) Marte (3) Mercurio (3) Mitología (3) Psicología (3) Sagrado Femenino (3) Sincronicidad (3) Zodiaco (3) Armónicas (2) Astrologia Matricial (2) Astrología y Psicoanálisis (2) Ceres (2) Jupiter (2) Lilith (2) Mansiones Lunares (2) Medieval (2) Musas (2) Navamsa (2) Neptuno (2) Parashara (2) Patrice Guinard (2) Plutón (2) Saturno (2) Símbolos Sabianos (2) Adivinación (1) Astrología Electiva (1) Astrología y Arte (1) Astronomía (1) Centauros (1) Creatividad Vincular (1) Dracónica (1) Eneagrama (1) Geometría Sagrada (1) I-Ching (1) Jodorowsky (1) Juno (1) Júpiter (1) Luna Llena (1) Magia Astrológica (1) Nietzsche (1) Nodos (1) Numerología (1) Pallas (1) Picatrix (1) Planetas Transpersonales (1) Proporción Áurea (1) Regencias (1) Regencias Modernas (1) Retrato Astrológico (1) Revolución Solar (1) Rudolf Steiner (1) Significadores en Astrología (1) Sinastría (1) Sol (1) Tradicionales Dignidades Esenciales (1) Urania (1) Urano (1) Vesta (1) Vettius Valens (1) Vibracional (1) Visual Zodiac (1) helenística (1) profesión (1) progresiones (1) yogas (1) Árabe (1)

Lucifer y Arhiman

Comparto un extracto de una conferencia de Rudolf Steiner, titulada "¿Qué hace el Ángel en nuestro Cuerpo Astral?", publicada en un libro que lleva el título "La Muerte como transformación de la Vida". Me parece interesante para entender las principales tendencias que desvían la evolución espiritual humana, desde la visión antroposófica, en el contexto de la Nueva Era.

... Lo fundamental es que la Humanidad, gracias a la obra angélica, capte un triple mensaje. ¿Cuándo? Eso depende del comportamiento humano; puede producirse antes o después, o en el peor de los casos nunca.
Lo primero es mostrar cómo el interés humano puede aprehender realmente el lado más profundo de la naturaleza humana. Llegará un momento que los hombres no deben dejar pasar dormidos, en que recibirán transmitido desde el mundo espiritual por los Ángeles, un impulso que estimule su interés hacia el prójimo, interés mucho más profundo del que, hoy en día, estamos dispuestos a abrigar. Ese aumento de interés por nuestro prójimo, no será simple cambio subjetivo de un estado de ánimo, sino un a modo de sacudida: al hombre le será sugerida desde el mundo espiritual, la efectiva revelación del misterio: qué es el otro hombre. Con esto, introduzco algo real, no una reflexión teórica. Los hombres recibirán una experiencia respecto al prójimo, que les interesará luego ratificar en cada uno. He aquí el primer mensaje, que beneficia particularmente la convivencia social.
En el segundo, el Ángel nos revelará, desde los mundos espirituales, que el impulso Crístico, implica, amén de todo lo demás, la más absoluta libertad religiosa; comprender que solamente es verdadero Cristianismo, aquello que asegure esa plena libertad religiosa.
El tercer mensaje corresponde a la intuición irrebatible de la naturaleza espiritual del mundo.
Este acontecimiento, insisto, habrá de realizarse de modo que el alma consciente del hombre conscientemente con él se vincule: será etapa obligatoria de la evolución humana, pues hacia él tiende lo que el Ángel prepara por medio de sus imágenes, en el cuerpo astral humano.
He de advertirles, sin embargo, que ese venidero acontecimiento depende ya de la voluntad humana. Los hombres pueden dejar de hacer ciertas cosas, omitirlas; y, efectivamente, son muchos los que se abstienen de llevar a cabo lo que habría de conducir a la vivencia despierta del momento señalado.

Pero eso no es todo. Como ustede ssaben, hay otros seres en la evolución del mundo, que se interesan por desviar al hombre de su camino: son las entidades Arhimánicas y Luciféricas. Lo dicho hasta ahora corresponde a la evolución divina de los seres humanos, pues si el hombre se entregara cabalmente a su propia naturaleza, llegaría a la intuición de lo que hace el Ángel en su cuerpo astral. Pero la evolución luciférica tiende a desviar al hombre de la comprensión de la labor desarrollada por la Jerarquía Angélica.
Tallado por Rudolf Steiner con Cristo, Lucifer y Arhiman
¿Cómo tratan esos seres de conseguir esa desviación? Dificultando la libre voluntad del hombre; tratando de obscurecerle la práctica de su libre voluntad. No apartándole de ser bueno, pero suprimiendo su libre voluntad, la posibilidad del Mal. Desde el punto de vista que estoy exponiendo, son buenas las intenciones de Lucifer: él pretende el Bien, lo espiritual del hombre, pero Bien automático, sin intervención de la libre voluntad. Pudiéramos decir que Lucifer quiere dotar al hombre de clarividencia según buenos principios, buenas prácticas, pero automáticamente. Los seres luciféricos quieren hacer del hombre un ser que, si bien obre inspirado por la espiritualidad, lo haga como simple réplica del espíritu, es decir sin voluntad libre, el que sea un autómata.
Todo esto se relaciona con ciertos misterios de la vida evolutiva. Recordemos que los seres luciféricos han quedado rezagados en otros grados de la evolución, y así introducen un elemento extraño en el proceso normal: tienen el mayor interés en apoderarse del hombre, para que no llegue a la libre voluntad; esa libre voluntad que ellos mismos no pudieron adquirir. La libertad de la voluntad no puede alcanzarse sino en la Tierra, y los seres luciféricos nada quieren en relación con la Tierra. Sus intereses se relacionan con la evolución de Saturno, Sol y Luna; pretenden mantenerse al margen del ciclo terrestre. Es como si ellos odiasen la libre voluntd del hombre. Aunque obran a un alto nivel espiritual lo hacen automáticamente, hecho sumamente significativo, tratando de elevar al hombre a su altura espiritual; espiritualizarle, si bien automatizándolo. Del lado luciférico amenaza pues, el peligro de que el hombre se transforme en un autómata espiritual, antes de haber entrado en plena función su alma consciente, y por esta razón, quede dormido para la revelación que se anuncia y que acabo de caracterizar.
Pero también los seres arhimánicos trabajan contra esa revelación: no pretenden la espiritualidad del hombre; antes al contrario, tratan de anular la conciencia de su espiritualidad, inculcarle la creencia de ser, propiamente, nada más que un animal perfectamente desarrollado. Arhiman es en realidad el gran maestro del darwinismo materialista, así como de todas las actividades técnicas y prácticas dentro de la evolución terrestre; esas prácticas que no admiten más que la vida humana exterior sensible. Lo único que Arhiman pretende es una técnica difundida, para que el hombre, si bien de manera más sofisticada satisfaga las mismas necesidades físicas que satisfacen los animales: hambre, sed, etc. Los espíritus arhimánicos quieren anular, ofuscar la conciencia del hombre en el sentido de ser imagen de la Divinidad. He ahí su propósito en lo que al alma consciente se refiere, y tratan de lograrlo mediante toda clase de sutiles medios científicos.
En épocas pasadas, de nada les habría servido a esos espíritus obscurecerle al hombre la verdad, mediante teorías. ¿Por qué? todavía en la época greco-latina, pero más aún en épocas anteriores cuando el hombre todavía poseía las imágenes que le suministraba la clarividencia atávica, era completamente indiferente cómo él pensara: a través de sus imágenes, intuía el mundo espiritual. Las enseñanzas que Arhiman le hubiese inculcado relativas a su parentesco con los animales, no habrían modificado su actitud ante la vida. No fue hasta la quinta época post-atlante, a partir del siglo XV, que cobró potencia el pensar -¿dentro de su impotencia!- Sólo a partir de entonces el pensar es capaz de introducir al alma consciente en el dominio espiritual. Si bien, al mismo tiempo, impedirle su entrada. Sólo ahora vivimos en un tiempo en que una teoría, una ciencia, puede arrebatarle al hombre conscientemente, su divinidad, sus vivencias relacionadas con lo divino. Esto sólo es posible con la llegada de la edad del alma consciente; de esto se aprovechan los espíritus arhimánicos para difundir enseñanzas que obscurezcan el origen divino del hombre.

La mención de esta corriente contraria a la evolución normal divina del hombre, nos permite inferir cómo hemos de organizar nuestra vida para que no pase inadvertida la revelación que ha de producirse en el futuro de la evolución humana. En caso contrario, surge un gran peligro del que el hombre ha de estar pendiente, pues de no advertirlo, en vez del significativo acontecimiento que ha de influír poderosamente en la configuración futura de la evolución terrestre, puede tener lugar otro distinto de peligrosas consecuencias.
Recuerden que ciertas entidades espirituales alcanzan su propia evolución a través del hombre, a medida que, junto con ellas, él evoluciona. Los Ángeles generan sus imágenes en el cuerpo astral humano, no en divagación, sino para alcanzar un fin. Y como sea que ha de lograrse ese fin precisamente dentro de la Humanidad terrestre, si los hombres después de haber adquirido el alma consciente, conscientemente de él se desviarán, se tornaría mero juego el trabajo de los Ángeles, o sea que los Ángeles no habrían sino jugado en la evolución de los cuerpos astrales humanos. Sólo a medida que su labor cobra realidad a nivel humano, adquiere seriedad y trasciende la pura veleidad de un juego. He ahí porqué, bajo todas las circunstancias, en la actuación de los Ángeles ha de mantenerse la máxima seriedad.

¿Qué sucedería entre los bastidores de la existencia, si con nuestra pereza, nuestra adormecedora comodidad, convirtiésemos en lúdica la labor angelical!"

Venus, María Magdalena, y la re-emergencia del Sagrado Femenino



Traducción al Español por Nicolás Boqué

      En 2011 me aventuré en una búsqueda para conocer a la Diosa, y mi punto de inicio fue Venus. Mi Venus natal está a 10º de Libra, en la mirilla de la cuadratura de Urano-Plutón, que estaba empezando a tomar temperatura. Sentía una intensidad de vida-o-muerte en relación a descubrir y reclamar el Sagrado Femenino, en mi propia vida y en la vida del colectivo. Sabía cómo se veía el femenino en sombra: obsesión con la apariencia y un estándar de belleza inalcanzable; codependencia y adicción al romance; desordenes de alimentación y de posesividad (acaparamiento, hiperconsumo). Pero no tenía un punto de referencia para un femenino empoderado y liberado. Como dijo Marion Woodman, “…es tan difícil hablar sobre lo femenino… porque pocas personas lo han experienciado”(1)
      Muy temprano en mi Proyecto Venus, apareció María Magdalena, totalmente inesperada y sin invitación. No fui criada en la Iglesia y no tenía un interés particular en el Cristianismo, así que mi reacción inicialfue, “Qué tiene que ver María Magdalena con todo esto?” Pero una vez que empecé a indagar en su historia, lo entendí. Por los últimos 2000 años, durante la Era de Piscis, el Cristianismo fue el paradigma dominante en el Oeste, y estamos todos sumidos en un sistema de creencias que distorsionó y disminuyó al femenino. Pude ver que ir hacia atrás, desde el final hasta las raíces de la Era de Piscis, revelando y transformando la historia de la “Diosa oculta” de la Cristianidad, fue esencial para mi proyecto. Pero me sorprendí al encontrar numerosos vínculos explícitos entre Venus y María Magdalena. Este artículo explora algunos de esos descubrimientos y lo que pueden significar para recuperar el Sagrado Femenino.

Sanando el Paradigma Pisciano
      Mientras salimos de la Era de Piscis, que comenzó alrededor del tiempo en que nació Cristo, las distorsiones y sombras de la era que se cierra están siendo traídas a la luz, maduras para su sanación. Las opiniones sobre cuándo termina una era y empieza la siguiente varían ampliamente – algunos dicen que ya estamos en la Era de Acuario, y algunos creen que no estaremos allí por un par de siglos más. Más que el momento exacto del cambio, lo que parece importante es el reconocimiento de que estamos en la transición – un tiempo de turbulencia y caos acrecentado, mientras un paradigma muere y otro nace.
      El símbolo de Piscis son dos peces nadando en direcciones opuestas pero unidos, representando la realidad física y la invisible, la materia y la energía, el cuerpo y el espíritu. Piscis es la paradoja divina: somos de este mundo, y no somos de este mundo, conciencia infinita y, mientras encarnamos, confinados a los límites del espacio y el tiempo. Como el último signo del Zodíaco, Piscis también significa unidad, totalidad. Al final del ciclo, todo se disuelve de vuelta en el océano de la conciencia, regresando a la Fuente.
      El Cristianismo temprano estaba constituído por una amplia gama de sectas, enseñanzas y prácticas, y el Imperio Romano primero respondió a esta nueva religión persiguiéndola. Pero eso cambió en el 313 d.C., cuando el emperador Constantino adoptó el Cristianismo como religión del Estado. Para el 325 d.C., Roma había codificado una version “odifial” del Cristianismo, (2) – una que servía a los intereses del Imperio. La ortodoxia Cristiana fortaleció la sombría creencia Pisciana de que el espíritu y la materia estaban separados, exaltando al primero y demonizando al último. El Espíritu es masculino, mientras lo “inferior” del cuerpo y la materia es femenino. Dios está fuera nuestro. El Cielo es donde vamos cuando se acaba el sufrimiento aquí en la Tierra. El Sexo es pecado, entonces estamos todos condenados desde el principio. Y si queremos hacer un puente entre espíritu y materia, la comunión con lo Divino, necesitamos un mediador externo, un pastor o sacerdote (hombre).
      Mientras transicionamos fuera de la era de Piscis, los viejos paradigmas están derrumbándose y la Iglesia está en crisis. Escándalos de abuso sexual – secretos de larga data guardados por el Vaticano – hacen erupción hacia la corriente principal. Más que una anomalía perversa, resulta que un chocante número de casos de abuso sexual infantil han sido reportados, y cubiertos por las autoridades de la Iglesia, por cientos de años (3). El rechazo del cuerpo/materia, de la sexualidad, de lo femenino, como vergonzoso y pecaminoso, tuvo un alto precio, pagado sobre todo por niños y mujeres.

El renacimiento de María Magdalena
      Reflejando el cambiante paradigma de Piscis y el hambre de la cultura por el retorno del Divino Femenino, María Magdalena está haciendo un retorno dramático. Por los últimos 2000 años, ocupó el rol de prostituta, en contraste con la virgen, actuada por su contraparte la Madre María. Pero la verdad es que no hay descripción de María Magdalena como una prostituta en las escrituras. De hecho, no le fue asignado este rol hasta el 591 d.C. (4). El retrato de María Magdalena como una “pecadora en recuperación”, escribe la erudita bíblica Cynthia Bourgeault, es “casi totalmente una invención de la patrística y la piedad medieval Occidental (entrelazada con algunas no-tan-piadosas agendas políticas).”(5) Incluso el Vaticano admitió su error y revocó su designación como prostituta en 1969, pero nadie parece haber tomado nota de ello, y su imagen como la puta penitente persiste. (6)
      Mientras la mayoría de los Cristianos sigue sin haberse enterado de la desclasificación de María Magdalena como una puta, muchos también ignoran los evangelios Cristianos alternativos: el Evangelio de María Magdalena, descubierto en 1896, y los Evangelios Gnósticos de Nag Hammadi, descubiertos en 1945. En estas versiones de la vida de Cristo y sus enseñanzas, la Diosa “oculta” no está tan oculta. Las mujeres juegan un rol mucho más central y son respetadas como iguales, mientras que María Magdalena aparece como la bien amada discípula de Cristo, “el Apóstol de Apóstoles.” Bourgeault explica: “María Magdalena es vista como la ‘primera entre los apóstoles’… porque ella capta el mensaje. De todos los discípulos, ella es la única que comprende totalmente lo que Jesús está enseñando y puede reproducirlo en su propia vida.” Ella también es presentada como la compañera íntima de Cristo, con fuertes sugerencias de un componente erótico en su relación. (7)
      El salvajemente popular Código Da Vinci de Dan Brown – primero como novela (2003) y luego como película de Hollywood (2006) – desafía al Cristianismo ortodoxo con una visión alternativa de María Magdalena. El Código Da Vinci pone en movimiento la idea de que Jesús y María Magdalena eran marido y mujer, y que el “Santo Grial” no es alguna copa especial o cáliz, sino la línea de sangre sagrada de su descendencia. Sin embargo, la supresión y distorsión de la identidad de María Magdalena en los evangelios del Nuevo Testamento, sugieren que su rol era más radical y menos socialmente aceptable que simplemente ser la esposa de Jesús. De acuerdo a la investigadora Lynn Picknett, “la más importante evidencia de que no estaban casados es la flagrante omisión: simplemente, no hay mención de una ‘Miriam, esposa del Salvador’, o ‘María, mujer de Cristo’, en el Nuevo Testamento ni en ninguna de las escrituras Gnósticas conocidas.” (8)

María la Portadora de la Luz

      Los vínculos explícitos entre María Magdalena y Venus tal vez apuntan a la verdadera identidad de María. En el sur de Francia, donde María Magdalena estableció su sacerdocio luego de la crucifixión, era conocida como “María Lucifera”, o “María, la portadora de la luz”. (9) En la actualidad, Lucifer es popularmente asociado con el diablo, fusionado con la figura de Satán, pero para los antiguos Romanos, Lucifer (Latin para “portador de la luz”), se refería a la Estrella del Amanecer, es decir, Venus. Picknett explica: “Esta era una tradición: diosas paganas eran conocidas por ejemplo como ‘Diana Lucifera’ o ‘Isis Lucifer’, significando su poder para iluminar la mente y el alma… para abrir tanto el cuerpo como la psique a la Luz Sagrada.” (10)

       El planeta Venus tiene una larga historia de ser asociado con el Divino Femenino. La más Antigua historia de la Diosa (hasta donde sabemos) es el mito sumerio de Inanna, Reina del Cielo, registrado en tablillas cuneiformes aproximadamente en el 2500 a.C. El astrólogo chamánico Daniel Giamario (entre otros) ha correlacionado la historia de la Diosa Sumeria – su descendencia al inframundo y su retorno – con el ciclo astronómico de Venus (su ciclo sinódico) (11). Cada ocho años, Venus traza la forma de una estrella de cinco puntas o pentáculo en el cielo, y las representaciones antiguas de la Diosa suelen incluír la imagen del pentáculo, o a veces una estrella de ocho puntas.
      Otro vínculo intrigante entre Venus y María Magdalena se relaciona con una de las reliquias poseídas por los Caballeros Templarios, que protegían y pasaban las enseñanzas “heréticas” de Cristo. Anthony Harris revela que, de acuerdo a los registros de la Inquisición, entre los objetos tomados de los Caballeros Templarios había dos piezas de una calavera de mujer, etiquetados “caput LVIII [58]” (caput es la palabra en Latín para “cabeza”). (12) De acuerdo a Picknett y Clive Prince, se decía que los Templarios hacían cultos a una “cabeza cortada… [que] podía hacer que florezcan los árboles y se fertilice la tierra”, y que “representaba a María Magdalena en la interpretación Cristiana” (13). Arboles que florecen y tierras fértiles son el dominio de Venus, diosa de la fertilidad.

       Como no hay otras “capita”, numeradas del uno al 57, es seguro asumir que 58 es un código. Harris hace una conexión entre el 58 y la Diosa, en el sentido de que cinco y ocho suman 13, el número de ciclos lunares (y menstruales) en un año (14). Pero lo que me asaltó fue la conexión con Venus – cinco y ocho (y su suma, 13) son números sagrados para Venus, porque su ciclo sinódico forma una estrella de cinco puntas en el cielo cada ocho años.
Harris agrega otra clave al misterio de “caput 58”, en que su inscripción también porta el símbolo de Virgo, el signo opuesto a Piscis. Durante una Era en particular, el signo opuesto suele estar distorsionado o denigrado, sirviendo como la sombra oculta de los arquetipos o temas dominantes. Virgo es el único signo del zodíaco representado por la figura de una mujer, una mano sosteniendo una espiga de maíz o gavilla de trigo, y este signo ha sido asociado con la Diosa de la Tierra desde la antigua Mesopotamia (15). El glifo de Virgo se dice que representa los intestinos – la parte del cuerpo tradicionalmente regida por Virgo – pero también los ovarios, la vagina y el útero, que están asociados con el poder femenino para crear vida.
      A pesar de que el uso moderno de “virgen” típicamente significa inexperiencia sexual o castidad, para los antiguos significaba “entero en sí mismo”, en el sentido de que la Gran Madre creaba vida por su propia cuenta. Para los humanos primitivos, crear nueva vida debe haber parecido un súper poder mágico y milagroso, proyectado entonces en la Diosa, dadora de toda la vida. Vinculando a María magdalena con Virgo, aquellos intentando preservar las enseñanzas heréticas de Cristo pueden haber estado señalando su significado como la Diosa oculta para el Dios de Cristo.


De Sacerdotisa a Prostituta

      Virgen también significa soberana, mujer soltera, frecuentemente refiriéndose a la sacerdotisa dedicada a la Diosa. Por miles de años, Venus en sus varios disfraces – Innana, Astarte, Ashtoreth, Isis – recibía culto en templos atendidos por sacerdotisas que, lejos de nuestra moderna interpretación de “virgen”, participaban en sexualidad sagrada con miembros de la comunidad. Las sacerdotisas eran llamadas venerii y enseñaban venia, prácticas de sexualidad sagrada para conectar con lo Divino. Las sacerdotisas Venusinas, escribe Picknett, “daban a los hombres placer extático que podía trascender el mero sexo: el momento del orgasmo se decía que los propulsaba brevemente hacia la presencia de los dioses, para presentarles una experiencia trascendente de iluminación.” Eran principalmente mujeres (y algunos hombres travestidos) quienes manejaban los ritos sagrados, porque “se creía que las mujeres estaban naturalmente iluminadas”. (16)
      Las religions de las Diosas que florecieron por miles de años fueron brutalmente destruídas por la embestida de las culturas patriarcales, y el Viejo Testamento describe y defiende esta destrucción. Merlin Stone revela que “Ashtoreth, la despreciada deidad ‘pagana’ del Viejo Testamento… era de hecho Astarte – la Gran Diosa, como se la conocía en Canaan, la Reina del Cielo del Cercano Oriente. Estos adoradores de ídolos paganos de la Biblia habían estado rezándole a una diosa mujer.” (17)

      La historia del desalojo de Adán y Eva del Edén es una pieza clave de la propaganda anti-Diosa. Eva es un personaje decididamente Venusino – las antiguas diosas eran comúnmente representadas con serpientes, símbolos de poder erótico y conocimiento espiritual. La manzana es uno de los frutos sagrados de Venus; cuando la cortas al medio horizontalmente, ves una estrella de cinco puntas. Ronnie Gayle Dreyer, en su libro sobre Venus, explica que la alegoría del Edén “revierte el simbolismo contenido en la leyenda sumeria de Inanna, cuyos poderes regenerativos eran recibidos del árbol del huluppu (palmera de dátiles). Mientras la sexualidad de Inanna prometía fecundidad de la tierra, la oferta ‘fructífera’ de Eva resultaba en expulsión del Edén y el desposeimiento de sus poderes.” (18)
      La evolución Europea de Venus seguía un camino similar. Para el tiempo de los antiguos Griegos, alrededor del 1000 a.C., Venus había perdido sus anteriores poderes como diosa de la fertilidad y regeneradora de la fuerza de la vida y se había convertido primariamente en la diosa del amor y la belleza, Afrodita. (19) Zeus, el rey de los dioses, temiendo que la irresistible belleza de Afrodita causara rivalidad y guerra entre los otros dioses, la casa con Hefesto. Afrodita es indiferente a sus votos de matrimonio y tiene aventuras con múltiples dioses y mortales, agitando turbulentas envidias, rivalidades y competición femenina (Venus sombría). Ella suele ser representada como vanidosa y autocomplaciente, interesada sólo en su propia satisfacción erótica. En uno de sus más infames actos, causa estragos iniciando la Guerra de Troya.
En el paradigma patriarcal, la sexualidad femenina se ha convertido en un problema – ya no celebrada, honrada, y ritualizada como el último acto creativo, un regalo a la humanidad y a la tierra, la fuente sagrada de la vida misma. La satisfacción sexual de la Diosa no asegura más fertilidad sino que genera sufrimiento y caos. Así que, ¿dónde va la sexualidad femenina? Mientras los santuarios de Astarte se comienzan a dedicar a Afrodita, ella se hace cada vez más conocida como la patrona de la prostitución. (20) El rol de la scerdotisa de la sexualidad sagrada se transforma en el de la ramera del templo. La sexualidad en general, y la sexualidad femenina en particular, se convierte en tabú, pecado, separado y en desacuerdo con la divinidad, relegada a los distritos con luces rojas más que una parte integral de la comunidad. 


María, la Ungida
      En los tempranos días del Cristianismo, había todavía remanentes de la religión de la Diosa. Una razón por la que conocemos esto es que los primeros patriarcas Cristianos “denunciaban los templos ‘dedicados al sucio diablo que lleva el nombre de Venus – una escuela de malicia para los devotos de la impureza’.”(21) Para quienes eran ignorantes de la función de las sacerdotisas de la sexualidad sagrada, o cuya cultura y religión se oponía a sus prácticas, las sacerdotisas podían ser vistas como ordinarias callejeras. (22) Podía referirse a María Magdalena como una prostituta por más que el simple motivo de despreciar su carácter – y esta etiqueta, aunque errónea, puede en realidad señalar en la dirección de la verdad.

      Una de las escenas clave de María Magdalena en los evangelios canónicos era ungir los pies de Jesús con el preciado aceite de nardo. La palabra “Cristo” literalmente significa “el ungido”, pero ungir no era una costumbre judía. Más bien, ungir con aceite de nardo era parte del antiguo ritual pagano del hieros gamos, o matrimonio sagrado. Ungir la cabeza, los pies y los genitales “era parte del ritual de penetración durante el rito… en el que el sacerdote-rey era inundado con el poder de dios, mientras la sacerdotisa-reina era poseída por la gran diosa.” (23)
Poco después de su unción, Jesús es traicionado por Judas, lo que lleva a su crucifixión, seguida por su resurrección tres días después. Estos eventos imitan la historia de Isis y Osiris, así como a Inanna y Dumuzi, Cybeles y Attis, Venus y Adonis, y otros mitos del matrimonio sagrado. (24) “En todas las versiones del matrimonio sagrado, la representante de la diosa, en la forma de su sacerdotisa, se unía sexualmente con el dios elegido antes de su muerte sacrificial. Tres días después el dios se elevaba de nuevo, y la tierra era fértil una vez más”. Los evangelios Gnósticos hacen referencia explícita a la iniciación conocida como “la Cámara Nupcial” (26) ¿Podría ser que el círculo interno de iniciados de Jesús participara en sexualidad sagrada, y que María Magdalena, una sacerdotisa entrenada en las artes Venusinas, usara sus artes mágicas para asistir a Jesús a través de su transfiguración por la muerte y resurrección?
      La noción de un Jesús sexual podría parecer totalmente lejana para muchos modernos, cuya visión del Cristianismo ha sido condicionada por siglos de sacerdotes célibes. Y tanto de la historia del Cristianismo temprano ha sido deliberadamente destruido y distorsionado (¡y tal vez escondido en el sótano del Vaticano!) que podemos nunca llegar a saber la verdad de lo que realmente ocurrió. Pero la historia de la persecución misma – exactamente quién y qué estaba en el blanco de la Iglesia – puede echar luz sobre este asunto.

La Guerra contra Venus

      Roma perseguía “herejes” en casos aislados, desde el comienzo del Cristianismo, pero no fue hasta la fundación de la Inquisición en el siglo 13 que la persecución empezó a operar como una “máquina bien aceitada, altamente dedicada, una cinta transportadora para empujar a comunidades enteras al Infierno.” (27) Las primeras víctimas de la máquina fueron los Cátaros, una sécta Cristiana en el sur de Francia que sostenía la creencia radical de que Jesús y María Magdalena eran amantes – no casados legalmente, sino amantes. De hecho, Picknett afirma que la Inquisición fue “originalmente establecida para la interrogación y ejecución de los Cátaros.” (28)


      Lo que comenzó como una persecución de herejes Cristianos dirigida por el Vaticano, se expandió en un acérrimo ataque sobre las mujeres de Europa – un “femicidio” que continuó hasta el siglo 18 y resultó en la muerte de entre 60 mil y un millón de mujeres (por varias razones, es difícil determinar con claridad el recuento de cuerpos). Aunque algunos hombres también fueron perseguidos por brujería, la gran mayoría, más del 90 por ciento, eran mujeres. Como escribe Anne Llewellyn Barstow en Witchcraze: “Tener un cuerpo femenino era el factor que más probabilidades daba de volver a alguien vulnerable de ser llamada bruja.” Y el cuerpo femenino era sospechoso: “La declaración clásica del Malleus Maleficarum [Martillo de las Brujas], ‘toda la brujería viene de la lujuria carnal, que en las mujeres es insaciable,’ sumado a la creencia ampliamente difundida de que las mujeres eran por naturaleza hipersexuadas, malignas y por lo tanto peligrosas para los hombres.” (29) Mientras la sexualidad parecía ser el asunto de raíz para el asalto del Vaticano sobre los Cátaros, la sexualidad era un aspecto significativo de la persecución de las mujeres que continuó por siglos. Todas las fases del proceso de las presuntas brujas eran sexualizadas – desde las acusaciones de brujería, que frecuentemente involucraban actos sexuales con el demonio; hasta la búsqueda y “punción” de los cuerpos de las mujeres (incluyendo sus genitales) en pos de signos de “la marca de la bestia” o “el pezón del diablo”; hasta métodos de tortura que eran explícitamente sexuales; hasta las ejecuciones mismas, que a veces incluían cortarle los pechos a la mujer antes de quemarla en la hoguera. (Ahondar en este capítulo de la historia no es para los que sufren del corazón.) En esta guerra contra Venus, una guerra contra la femineidad, la violencia sexual escindió el espíritu del cuerpo, por la fuerza y con efectividad. Se volvió peligroso estar en un cuerpo, especialmente en un cuerpo de mujer.
      ¿Por qué fue la relación sexual entre Jesús y María Magdalena tan amenazante para la Iglesia? ¿y por qué el ultraje a gran escala sobre la sexualidad femenina? Los antiguos sabían que la sexualidad es una avenida poderosa y de fácil acceso hacia la conciencia superior y el poder espiritual. Por esto es que Venus era la “portadora de la luz” – a través del cuerpo, a través de la sexualidad, iluminando la conciencia. La gente que está anclada en sus cuerpos y conectada con sí misma, con su ser infinito, espiritual y divino, no son fáciles de controlar o manipular. Convirtiendo a Jesús en un célibe y demonizando la sexualidad de las mujeres, el Imperio Romano usó la religión para desempoderar a sus sujetos.
      No fue sólo el Imperio Romano que se benefició con la supresión de lo femenino, pero el más amplio proyecto Occidental de expandir el imperio. Barstow señala que los años pico en la caza de brujas Europea, 1560 – 1760, coincidían con la expansión colonial Occidental y la trata de esclavos del Atlántico. (30) Cate Montana, en su memoria Desenterrando a Venus, cuenta una historia que ilumina la conexión entre el colonialismo y el desempoderamiento de las mujeres. Un punto crucial en su propia comprensión de lo femenino llega cuando ella entrevista a John Perkins, que vivió y estudió con la tribu Shuar en el Amazonas. A Perkins le contaron que uno de los roles de las mujeres – su trabajo más importante, del que dependía la supervivencia de la tribu – es “decirle a los hombres cuándo es momento de parar... Los hombres cazan animales y cortan árboles incluso cuando hay suficiente carne y madera, excepto que las mujeres los traigan hacia dentro.” (31) Perkins cuenta de un chamán Shuar que visita los Estados Unidos, y pregunta “Dónde están sus mujeres? Por qué no le están diciendo a los hombres que paren?” (32)
      Barstow reporta que, como un legado de la caza de brujas, las mujeres Europeas se volvieron miedosas a hablar, y protestaban menos: “De tener, a fines de la Edad Media, una reputación de ser regañonas y arpías, obscenas y agresivas, las mujeres empezaron a cambiar hacia el tipo pasivo, sumiso, que las simbolizaba para mediados del siglo diecinueve.” (33) Siglos de guerra contra Venus, que torturó al femenino fuera de la existencia e hizo que fuera peligroso para una mujer hablar alto y francamente, dejó a la civilización industrial libre para dominar y explotar el planeta y sus gentes.

Reimaginando y Reviviendo a Venus

      Nuestra lente astrológica está necesariamente coloreada por nuestra cultura, y nuestra visión de Venus ha sido afectada por el arremetimiento contra el femenino. Hemos proyectado la visión más “pasiva y sometida” de lo femenino, en Venus y en los signos que Rige – Tauro, Libra y (en su exaltación) Piscis. Por ejemplo, Geraldine Thorsten, en La Diosa Misma, nota que “la astrología tradicional… aboga por Aries como el dínamo del Zodíaco, mientras Tauro viene a ser a lo sumo un amigable bodrio”, pero ella revela que, en los más tempranos Zodíacos, Tauro era de hecho considerado el primer signo. Thorsten acredita la democión de Tauro a la transición al patriarcado: “Nos es familiar la visión patriarcal a través de las descripciones astrológicas que equiparan la tierra con pasividad … Nuestros ancestros matriarcales … tenían un sentido muy diferente de la tierra. No sólo la veían como un regalo para ser compartido y festejado, creían que era una cantidad muy activa”. (34)
      Queriendo poner en línea esta versión más “activa”, poderosa, y empoderadora de Venus, ahora soy arrastrada a diosas pre-Afrodíticas como puntos de referencia mitológico. En vez de la Venus de Boticelli, recatadamente arrastrada a la orilla en su concha (que, incidentalmente, podría haber sido un código de referencia a María Magdalena) (35), estoy viendo a Inanna parada en las espaldas de dos leonas, como solía pintársela. Y más que ver a Venus como el planeta de la pareja y el matrimonio, ahora la veo como la sexualidad sagrada. Esta es esencialmente la tesis de Demetra George en su charla sobre “Venus, Vesta y Juno”, en la que argumenta que el asteroide Juno es mucho más adecuado como indicador del arquetipo del matrimonio de pareja. Haciendo la sexualidad dominio de Marte (el masculino), nosotros – como la cultura dominante – hemos ignorado y suprimido las antiguas raíces de Venus como diosa de la fertilidad y el erotismo, y la conexión entre los dos: cuando la Diosa estaba bien satisfecha sexualmente, a través de sus sacerdotisas que encarnaban el Divino Femenino, entonces la tierra era fértil. (36)
      Re-uniendo la sexualidad y lo sagrado, trayendo la divinidad de vuelta al cuerpo, dando peso a la materia una vez más, mediante su re-infusión con el espíritu – esos creo que son nuestros principales proyectos aquí al final de la Era de Piscis. Y pienso que es aquí donde señalan los vínculos entre Venus y María Magdalena: que mientras la Diosa oculta del Cristianismo es retornada a su lugar legítimo, es importante que ella sea vista como un ser sagradamente sexual, más que simplemente la esposa de Jesús.
      La exaltación de Venus en Piscis tal vez apunta a ella como una clave para sanar el paradigma Pisciano. Mi asociación inicial entre Venus y Piscis fue que Afrodita nació del mar. Pero he descubierto una asociación entre Venus y Piscis que antecede al mito Griego. El símbolo de Psicis se dice que viene de la Vesica Pisces (literalmente, “la vejiga de un pez”), una figura geométrica antigua consistiendo de dos círculos superpuestos, donde el perímetro de cada círculo intersecta el centro del otro. La Vesica Pisces ha sido asociado con la Diosa por miles de años, y más específicamente, con el poder femenino para dar a luz – la figura con forma de almendra formada por los círculos superpuestos simboliza la vagina. (37)

      El investigador Derek Murphy explica: “En los misterios de Éfeso, la Diosa vestía este símbolo [Vesica Pisces] sobre su región genital, y en la historia de Osiris, el pene perdido era tragado por un pez que representaba la vulva de Isis. De la misma manera, en muchos ejemplos de arte Cristiano, Jesús Cristo procede de este símbolo, representando su nacimiento de la Diosa.” (38) Murphy continúa mostrando cómo el símbolo del pez Cristiano de hecho procede de la Vesica Pisces – que puede verse en la forma central, más las líneas de la cola.
      Ahora, cuando veo el símbolo del pez Cristiano en la parte de atrás de un auto, pienso “la vulva de María”, y me imagino un paradigma religioso en el que se honre el cuerpo de la mujer como sagrado, que considere cada nacimiento un “nacimiento divino”, como si la habilidad para dar vida fuera un milagro, como si la vida misma fuera un milagro. Me imagino restaurando – re-historiando – a María Magdalena a su rol como la equivalente espiritual de Cristo, y su Matrimonio Sagrado como esencial para la apertura de su “cuerpo y psique a la Luz Sagrada,” en la tradición de las antiguas sacerdotisas Venusinas.

Referencias y Notas:
1. See: www.feminist.com/resources/artspeech/genwom/conscious.html, "Conscious Femininity," keynote speech for the 2004 Women & Power Conference by Marion Woodman (accessed December 2014).
2. Cynthia Bourgeault, The Meaning of Mary Magdalene: Discovering the Woman at the Heart of Christianity, Shambhala, 2010, p. 30.
3. See the 2012 documentary Mea Maxima Culpa: Silence in the House of God.
4. Lynn Picknett, Mary Magdalene: Christianity's Hidden Goddess, Magpie Books, 2003, p. 47.
5. Bourgeault, The Meaning of Mary Magdalene, p. 4.
6. Picknett, Mary Magdalene, p. 48.
7. Bourgeault, The Meaning of Mary Magdalene, p. 41.
8. Lynn Picknett, The Secret History of Lucifer: The Ancient Path to Knowledge and the Real Da Vinci Code, Carroll & Graf, 2005, p. 84.
9. Picknett, Mary Magdalene, p. 95.
10. Picknett's The Secret History of Lucifer, which followed her book on Mary Magdalene, seeks to undo this conflation of Lucifer and Satan. See p. xiii.
11. Daniel Giamario, "The Synodic Cycles of Venus," a talk at the United Astrology Conference, 2012.
12. Anthony Harris, The Sacred Virgin and the Holy Whore: The Book that Explodes the Secrets of Religion, Penguin Group, 1998, p. 60.
13. Lynn Picknett and Clive Prince, The Templar Revelation: Secret Guardians of the True Identity of Christ, Simon & Schuster, 1997, p. 121.
14. Harris, The Sacred Virgin, pp. 60 & 62.
15. See: www.skyscript.co.uk/virgo_myth.html, "Virgo: the Maiden," by Deborah Houlding (accessed December 2014).
16. Picknett, The Secret History of Lucifer, p. 59.
17. Merlin Stone, When God Was a Woman, Harcourt Brace Jovanovich, 1976, p. 9.
18. Ronnie Gale Dreyer, Venus: The Evolution of the Goddess and Her Planet, HarperCollins, 1994, p. 63.
19. Demetra George, "Venus, Vesta and Juno: The Erotic, Spiritual and Creative Dimensions in Relationship," a talk for the United Astrology Conference, 1995.
20. Ibid.
21. Picknett, The Secret History of Lucifer, p. 59.
22. Picknett, Mary Magdalene, p. 48.
23. Ibid., p. 58.
24. Picknett, The Secret History of Lucifer, p. 72.
25. Picknett, Mary Magdalene, p. 60.
26. Picknett, The Secret History of Lucifer, p. 65.
27. Ibid., p. 138.
28. Picknett, Mary Magdalene, pp. 31 & 36.
29. Anne Llewellyn Barstow, Witchcraze: A New History of the European Witch Hunts, Pandora, 1994, pp. 16, 135–136.
30. Ibid., p. 12.
31. John Perkins, The Secret History of the American Empire: Economic Hit Men, Jackals, and the Truth about Global Corruption, Dutton, 2007, p. 69.
32. Quoted in Cate Montana, Unearthing Venus: My Search for the Woman Within, Watkins Publishing, 2013, p. 7.
33. Barstow, Witchcraze, p. 158.
34. Geraldine Thorsten, God Herself: The Feminine Roots of Astrology, Avon Books, 1980, pp. 3, 5, 27–28.
35. See Kathleen McGowan's novel, The Poet Prince, Simon & Schuster, 2010 (Book III in her series The Magdalene Line).
36. George, "Venus, Vesta and Juno."
37. See Derek Murphy's article at www.holyblasphemy.net/marys-vulva-jesus-christ-vesica-pisces-and-the-christian-fish-symbol/ (accessed December 2014).
38. Ibid.

Fuentes de las Imágenes:
Sandro Boticelli, The Birth of Venus, [Public domain], via Wikimedia Commons - Leonardo DaVinci, Study for Madonna with the Yarnwinder, 1501 [Public domain], via www.wikiart.org - Carlo Crivelli, Maria Magdalena [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons - Sumerian Relief (Bruney Relief), "Queen of the Night" - George Romney, Maria Magdalena [Public domain], via Wikimedia Commons -Georges de La Tour, Maria Magdalena [Public domain], via Wikimedia Commons -Nicolas Régnier, Maria Magdalena [Public domain], via Wikimedia Commons

Primera Publicación en The Mountain Astrologer, Apr/May 2015

Sobre la Autora:
Emily Trinkaus es la autora de Creando con el Cosmos: una Guía Astrológica para Despertar y Activar el Poder Creativo, y su próximo Venus Revolution: una Re-Visión radical de la Femineidad. Ella también practica BodyTalk y combina la astrología con la medicina energética en sus sesiones particulares de Astro-BodyTalk. Para más información y para leer semanalmente su blog, visite www.VirgoMagic.com, encuentra sobre sus clases mensuales a distancia para mujeres en www.FullMoonPriestess.com, y contactala en emily@virgomagic.com

© 2015 Emily Trinkaus – primera publicación por The Mountain Astrologer